No hemos dormido ninguno de los dos, lo sé. Noto su aliento en mi nuca, como ella notó el mío anoche. Fue culpa de Johnny, por haber sido el primero. Pero tiene que dormir como yo tengo que hacerlo. El cuerpo humano tiene límites y todavía no hemos llegado al nuestro. Si no me ha visto seguiré moviéndome, seguiré caminando hasta que me caiga rendido.
Ya no tiene que seguir a Eva. Tiene todo el tiempo del mundo.