6

Soy Jordi de nuevo. Por fin me he atrevido a salir. Han aporreado mi puerta. Llevo más de un día y medio escondido en mi habitación donde he creado un fortín con tres colchones y un cuchillo de carnicero que teníamos en la cocina. Hemos comido embutido, el gato y yo, todo el que tenía. No tenemos agua. Mi paladar está seco como su lengua de lija. Ojalá hubiera robado algo de vino o de licor, para pasar el miedo por lo menos. ¿He dicho robado? Podría rectificar, pero qué importa. Mañana dejaré dinero encima de los mostradores, todo el dinero del mundo. Cuando amanezca tendré que volver a buscar comida y algo para beber. Intentaré probar en las fuentes de los parques también. Necesito ducharme aunque sea con este frío. Llevo semanas sin frotarme con una esponja cuajada de gel.

Hoy me he masturbado. Estaba medio aturdido por el hambre y el sueño. Supongo que ha sido un acto reflejo. ¿Cómo es posible que entre tanta mierda seguida se me ponga dura? Ni siquiera he caído en usar Goohoo para otra cosa que no sea escribir y buscar. Y lo bueno es que no tengo ni puta idea de la cantidad de búsquedas complejas que podría realizar con Goohoo si me pusiera a ello. ¿Habrán borrado el porno? Se habrán eliminado millones de páginas web con datos que me ayudarían a reconstruir, por lo menos, donde coño estuve hace tres semanas y media. ¿Por qué lo habrán vuelto a activar? ¿Y la electricidad?

Voy a seguir buscando un rato más. Luego intentaré dormir y mantener la calma. Hace horas que mi puerta está tranquila. Quedan unas seis horas hasta que amanezca. El gato está tranquilo, jugando.

Jordi

--

Día anterior

Día siguiente

5

Mascotas. ¿Cuánto puede aguantar una mascota encerrada en un piso y sin comida? No eran puertas ni ventanas. Ayer por la noche no podía dormir. Escuchaba gruñidos y golpes. Salí a pasear por cada una de las plantas de mi bloque. Puse mi oído en cada una de las puertas. Solo tres o cuatro pisos tenían ese ruido selvático. No recuerdo qué clase de animales vivían allí con sus dueños. La mayoría perros. Perros pequeños. Y aquella gata que encontré muerta. Dicen que los animales son los primeros en detectar una catástrofe. Un cambio fuerte. Un cataclismo. Se ponen rabiosos e inestables. Agraden a sus amos. Se pasan el día aullando.

No lo recuerdo. No recuerdo que los animales que ví semanas y días antes de las detenciones se pusieran nerviosos. No ví que nada cambiara de forma radical hasta llegado el momento. Hoy he soñado algo. Pero no era yo el protagonista, o si lo era tan sólo me limitaba a mirar los acontecimientos desde el sofá, como si estuviera viéndolos por la tele. Grandes estrellas del cine, la música y el deporte aparecían sonrientes y en filas de a dos. Personas que poco o nada habían tenido en común marchaban juntas con las manos esposadas. Se estaban entregando voluntarios. Ante las cámaras. Ya no sé si es un recuerdo o un sueño. O es que me estoy empezando a volver loco.

Acaba de sonar una puerta cerrándose, joder. Ahora sí que lo he oído con claridad. Tengo que apagar esto y esconderme. La dieta de patatas rancias y agua ha causado estragos en mi estómago. Me siento débil. Necesito un arma.

--

Día anterior


Día siguiente

4

Me llamo Jordi Vives. El coche arrancaba. Estaba lleno de polvo seco. Solo tiene un cuarto de depósito. No me arriesgué a moverlo hasta encontrar una gasolinera con combustible. Durante unos segundos pensé en el dinero. Otra cosa que ha muerto. No hay rastro de la gente ni de su dinero. No ingreso dinero en mi cuenta desde hace dos meses. Nadie lo hace. He ido caminando a las tres gasolineras más cercanas a mi coche. Las tres estaban abiertas. Las tres tenían todo intacto. Ni un saqueo en todo el barrio. No sé cómo funciona una gasolinera. Activar la manguera y esas cosas. He intentado hacerlo en las tres pero me faltaba una llave o una tarjeta o un código. Me he llevado comida. No había caído en la comida y el agua de la que disponía hasta esta mañana. Tal vez pueda alimentar al gato. Me he quedado uno al final. Uno al azar. Nunca se sabe.

Hace más frío que nunca. Debe de ser un efecto extraño provocado por la soledad que se respira. He caminado justo por la mitad de las calles, me he sentido el Sheriff de todo esto. He cogido seis bolsas de patatas fritas a punto de caducar. El pan y los bollos estaban demasiado duros. También embutidos embasados al vacío. Más tarde regresaré con una mochila para cargar botellas de agua. No hay corriente en mi casa. Solo electricidad.

Recuerdo los paisajes del retorno. Vine por autopista. Nunca había pisado la autopista con mis propios pies. El paisaje lento de campos y montañas dividido por el sendero de asfalto. Solo me recuerdo andando, no sabría volver. Me dejaron correr todo lo que quise, me dejaron dar vueltas hasta encontrar el camino de regreso con el brazo derecho hinchado. Me sentía una hormiga en un laberinto, incapaz de conocer lo perdido que estaba. Hasta llegar a casa.

Anoche oí golpes en mi edificio. Puertas y ventanas. El viento, supuse. Luego iré a echar un vistazo a ver qué pasa.

Jordi

--

Día anterior

Día siguiente

3

Me llamo Jordi y tengo 29 años. Era publicista. Comparto piso con dos amigos en un bloque del barrio donde hemos vivido toda la vida. No sé dónde están ahora. No sé dónde está nadie. Me sigue escociendo el pinchazo del brazo. Hace tanto que siento este maldito escozor que podría parecer que he nacido con él. Me pincharon, me parece. Les iban pinchando a todos, pero necesitaban más de una inyección para seguir adelante con esto, creo.

Por lo que recuerdo, la cosas comenzaron a ponerse feas en octubre o en noviembre de hace dos años, en 2008. En África. Pero la verdad es que no esperábamos que nos fuera a pasar lo mismo a los de más arriba. Nunca llegaron noticias realmente claras. No había ninguna guerra ni nada por el estilo. Quiero decir, no pasaba nada que fuera realmente trascendente en el resto del mundo. Supongo que por eso, las primeras detenciones ni siquiera fueron noticia en sus países de origen. El mundo se dió cuenta de lo realmente jodidos que estaban allí en África, cuando unos reporteros consiguieron enviar imágenes de las calles de El Cairo totalmente desiertas. Trece millones de habitantes detenidos. Uno a uno. O en redadas realizadas en hospitales, mezquitas y escuelas. Supongo que empezaron por África porque siempre hay mucho ruido allí. Tanto que no se diferencian los silencios de los gritos. Y fueron silenciosos, aunque al poco tiempo nos hicieron chillar a todos. Ahora mi calle tiene el mismo sonido que si fuera de noche e hiciera frío, a veces corre el viento. Los coches aparcados se van llenando de polvo y de barro por las lluvias.

En Goohoo no he encontrado nada más allá de diciembre, ayer fui demasiado pesimista. Debería buscar las llaves de mi coche y comprobar si funciona. No hay ningún motivo por el cuál no debiera funcionar, pero lo mismo que de la noche a la mañana nos quedamos en la puta Edad de Piedra, se podría haber descargado la batería o evaporado el gasoil en el depósito.

He recogido a los cachorros del gato que vi muerto ayer, resultó que era una gata. Podría haber aprovechado la leche. Son siete gatitos. No podía dejarlos allí pero me acabo de dar cuenta de que tampoco puedo cogerles cariño. Mañana volveré a dejarlos donde estaban. Quizás me quede uno, no sé cuando volveré a encontrar comida.

Sigo buscando por Goohoo a más personas libres. No sé si soy el único imbécil que ha pensado en usar esto para dar señales de vida, probablamente el resto de gente invierta su energía en buscar comida y en permanecer escondidos por si vuelven. Que haya regresado la electricidad me hace pensar que volverán. Que están viniendo.

Mientras tanto yo sigo buscando.

Jordi

--

Día Anterior

Día siguiente

2

Mi nombre es Jordi y he dormido casi 24 horas. Lo necesitaba después del viaje y del hambre. He visto al gato del segundo muerto antes de entrar en mi bloque. Lo he mirado varias veces antes de pasar al vestíbulo. Todavía no estoy tan desesperado como para eso. Antes era publicista. Goohoo es lo que único que se mantiene activo en Internet, casi diría que Internet ya no existe, que ahora es todo Goohoo. Y que Goohoo es lo único que me está permitiendo escribir estas palabras. Publicarlas y esperar a que pase algo.

Por algún extraño motivo lo que antes no funcionaba en absoluto ahora ha vuelto. Me refiero a la electricidad. Eso tendría que alegrarme. Es una señal de vida fuera de este desierto de edificios y calles vacías. Pero hace tiempo que desconfío de todo lo que no puedo ver con mis propios ojos. Las pesadillas se han adueñado de las pocas horas de sueño de que disfruté durante el regreso, sin embargo, ahora no recuerdo nada de lo que he soñado durante el día entero en el que he estado durmiendo. Siento que se han borrado incluso recuerdos de las últimas semanas. Tengo que escribir todo lo que pueda antes de que se oculte para siempre en mi memoria. Antes de que todo vuelva en forma de enfermedad.

Tiene que haber alguien como yo en este mismo instante. Alguien con acceso a un ordenador. Alguien que esté escribiendo otro diario. Tengo que empezar a buscar pero tengo el presentimiento de que no encontraré nada posterior a octubre del año pasado. Todo lo que tenga una fecha cercana a la actual será una buena noticia. Como espero que este diario lo sea para el que lo encuentre.

Jordi

--

Día anterior

Día siguiente

1

Puede que nadie vaya a leer nunca estas palabras, pero si hay alguien al otro lado de la pantalla, alguien libre todavía, quiero que sepa que no está solo. O que no está sola. Sigo con vida. No me han detenido todavía.

Hace unas horas que logré llegar a mi ciudad después de tres semanas de viaje a pie. No conseguí ver a nadie por la calle, lo cual no significa que la zona esté deshabitada, espero. He conseguido llegar a casa y por suerte no han cortado la electricidad. Puede que en muchos otros todavía existan estos lujos. Si todavía puedo acceder a Internet, aunque haya dejado de funcionar activamente, todavía tengo derecho a mantener la esperanza de que hay más personas libres como yo.

Han cancelado todas las cuentas de correo electrónico y todos los teléfonos móviles carecen de cobertura. Solo las cosas que funcionan con cables o con frecuencias cortas son útiles. Y esto, supongo. Pero me pregunto porque funciona esto precisamente, si ya no queda casi nadie fuera. No importa, a quien sea que pueda ver esto: ¡ÁNIMOS! ¡RESISTE! ¡NO ESTÁS SOLO!
--

Hazte Fan y deja tus comentarios!

La detención on Facebook

Seguidores

Creative Commons

Creative Commons License
obra de La detención està subjecta a una llicència de Reconeixement-No comercial-Compartir Igual 3.0 Espanya de Creative Commons
Creat a partir d'una obra disponible a diariodejordi.blogspot.com
Els permisos addicionals als d'aquesta llicència es poden trobar a http://diariodejordi.blogspot.com.