3

Me llamo Jordi y tengo 29 años. Era publicista. Comparto piso con dos amigos en un bloque del barrio donde hemos vivido toda la vida. No sé dónde están ahora. No sé dónde está nadie. Me sigue escociendo el pinchazo del brazo. Hace tanto que siento este maldito escozor que podría parecer que he nacido con él. Me pincharon, me parece. Les iban pinchando a todos, pero necesitaban más de una inyección para seguir adelante con esto, creo.

Por lo que recuerdo, la cosas comenzaron a ponerse feas en octubre o en noviembre de hace dos años, en 2008. En África. Pero la verdad es que no esperábamos que nos fuera a pasar lo mismo a los de más arriba. Nunca llegaron noticias realmente claras. No había ninguna guerra ni nada por el estilo. Quiero decir, no pasaba nada que fuera realmente trascendente en el resto del mundo. Supongo que por eso, las primeras detenciones ni siquiera fueron noticia en sus países de origen. El mundo se dió cuenta de lo realmente jodidos que estaban allí en África, cuando unos reporteros consiguieron enviar imágenes de las calles de El Cairo totalmente desiertas. Trece millones de habitantes detenidos. Uno a uno. O en redadas realizadas en hospitales, mezquitas y escuelas. Supongo que empezaron por África porque siempre hay mucho ruido allí. Tanto que no se diferencian los silencios de los gritos. Y fueron silenciosos, aunque al poco tiempo nos hicieron chillar a todos. Ahora mi calle tiene el mismo sonido que si fuera de noche e hiciera frío, a veces corre el viento. Los coches aparcados se van llenando de polvo y de barro por las lluvias.

En Goohoo no he encontrado nada más allá de diciembre, ayer fui demasiado pesimista. Debería buscar las llaves de mi coche y comprobar si funciona. No hay ningún motivo por el cuál no debiera funcionar, pero lo mismo que de la noche a la mañana nos quedamos en la puta Edad de Piedra, se podría haber descargado la batería o evaporado el gasoil en el depósito.

He recogido a los cachorros del gato que vi muerto ayer, resultó que era una gata. Podría haber aprovechado la leche. Son siete gatitos. No podía dejarlos allí pero me acabo de dar cuenta de que tampoco puedo cogerles cariño. Mañana volveré a dejarlos donde estaban. Quizás me quede uno, no sé cuando volveré a encontrar comida.

Sigo buscando por Goohoo a más personas libres. No sé si soy el único imbécil que ha pensado en usar esto para dar señales de vida, probablamente el resto de gente invierta su energía en buscar comida y en permanecer escondidos por si vuelven. Que haya regresado la electricidad me hace pensar que volverán. Que están viniendo.

Mientras tanto yo sigo buscando.

Jordi

--

Día Anterior

Día siguiente

Hazte Fan y deja tus comentarios!

La detención on Facebook

Seguidores

Creative Commons

Creative Commons License
obra de La detención està subjecta a una llicència de Reconeixement-No comercial-Compartir Igual 3.0 Espanya de Creative Commons
Creat a partir d'una obra disponible a diariodejordi.blogspot.com
Els permisos addicionals als d'aquesta llicència es poden trobar a http://diariodejordi.blogspot.com.